700 kilómetros en favor del ciclismo de Etiopía
La Quebrantahuesos
se disputo el sábado pero Guillermo Prieto,
ciclista del Zuzenak, pedaleó sin descanso hasta llegar a casa el
domingo al mediodía.Tras participar en el Copa del Mundo de
ciclismo adaptado celebrado en Suiza el fin de semana del 13 y 14
de junio y obtener el 14º puesto en la crono y 7º en línea, Prieto se
preparó para realizar la Quebrantahuesos del día 20 y el reto
solidario que le llevaría, de la meta en Sabiñánigo, a su casa
de Valladolid.
Completar la Quebrantahuesos, prueba de 200 kilómetros,
y seguir hasta Valladolid, otros 500, es lo que hizo el pasado fin
de semana. «La verdad que ni me lo pensé, en cuanto crucé la meta
me puse en camino, tuve la compañía de mi hermano y un amigo
durante un rato, pero luego ya lo tuve que hacer sólo, con mi mujer
en el coche asistiéndome desde detrás».
y seguir hasta Valladolid, otros 500, es lo que hizo el pasado fin
de semana. «La verdad que ni me lo pensé, en cuanto crucé la meta
me puse en camino, tuve la compañía de mi hermano y un amigo
durante un rato, pero luego ya lo tuve que hacer sólo, con mi mujer
en el coche asistiéndome desde detrás».
Empezó a pedalear el sábado y llegó a Valladolid a la 13.30 del
mediodía del domingo. El reto solidario ha servido para que cinco
chicos ciclistas etíopes y su director deportivo puedan tener un dinero
extra para seguir formándose en las carreteras de España.
mediodía del domingo. El reto solidario ha servido para que cinco
chicos ciclistas etíopes y su director deportivo puedan tener un dinero
extra para seguir formándose en las carreteras de España.
Aventuras sobre dos ruedas
El de Prieto fue un recorrido muy duro y con numerosos obstáculos.
Soportó mucho calor y viento en contra en Huesca, Navarra y La Rioja,
además del viento y el frío durante la noche. Tuvo que parar un par de
horas «porque el muñón me rozaba muchísimo y cada pedalada
era molesta». También se confundió de carretera y aunque la
policía le paró «fueron amables al conocer el reto», explica.
Soportó mucho calor y viento en contra en Huesca, Navarra y La Rioja,
además del viento y el frío durante la noche. Tuvo que parar un par de
horas «porque el muñón me rozaba muchísimo y cada pedalada
era molesta». También se confundió de carretera y aunque la
policía le paró «fueron amables al conocer el reto», explica.
El domingo, con más viento, pasó Burgos y Palencia. En Baltanás
«mi grupeto» fue a buscarme «algo realmente especial», hasta
llegar a Valladolid donde le esperaba su hija. Con ella concluyó el
último kilómetro de la aventura.
Si quieres ver el artículo en El Diario Vasco.PINCHA AQUI.
Gracias a Belén Parra por el artículo.
«mi grupeto» fue a buscarme «algo realmente especial», hasta
llegar a Valladolid donde le esperaba su hija. Con ella concluyó el
último kilómetro de la aventura.
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